Muchas letras se han escrito sobre la importancia y el impacto de la investigación científica. La investigación científica sirve para producir conocimiento, para innovar y mejorar procesos, y que, en el mejor de los escenarios, redunde en conocer mejor a nuestros pacientes, entender cómo y de qué se enferman, atenderlos mejor, diagnosticarlos mejor, tratarlos mejor, rehabilitarlos mejor.
En realidad, no investigamos sólo para generar conocimiento y ser presentado en congresos científicos y publicaciones indexadas. Lo hacemos para que al final de la cadena compleja de resultados directos e indirectos de los estudios de investigación, podamos atender mejor a las personas que sufren y buscan ayuda para sus padecimientos. Esta relación puede ser difícil de ver y entender por muchas personas, sobre todo en este mundo actual de inmediatismo, en los procesos, en los resultados, en incluso en las relaciones entre las personas.
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