Según el Ministerio de Salud, durante el confinamiento generado por el Covid 19, el 30,1% de las personas presentaron un tipo de riesgo en salud mental (ansiedad o depresión) y el 6.3% de las personas consideraron el suicidio en algún momento.  La nueva realidad plantea un nuevo orden en las  prioridades y modelos de atención a nivel internacional.


Un aumento paulatino en casos de pacientes con episodios depresivos, acompañados de cuadros de duelo, ansiedad, insomnio y adicciones, hacen parte de la preocupante demanda en los centros de salud públicos y privados en todo el país. 

Durante los procesos de adaptación en cuarentena, salieron a flote circunstancias adicionales que pusieron en aviso a las autoridades, docentes y entidades gubernamentales. Las condiciones de vida de muchos niños y jóvenes fueron expuestas durante la virtualidad.

La educación colombiana se enfrentó a un oscuro panorama, donde la capacitación en métodos de  enseñanza por medio de plataformas digitales, fue casi nula, tanto para profesores que se vieron forzados a improvisar como para alumnos con carencias a nivel tecnológico, accesibilidad a Internet y calidad de vida. 

A su vez, el gremio de médicos y enfermeras se debatían entre la defensa y protección de la vida y las irregularidades del sistema de salud colombiano, que para la gran mayoría, no ofrece garantías dignas en la cadena de atención, limitando la inversión a equipos de alta tecnología, respiradores, camillas y simulación de espacios clínicos (UCIS) para atender a personas contagiadas y con alto riesgo. de morir.  Esto anexó otro nicho de personas vulnerables emocionalmente: los héroes de la salud. 

De acuerdo a estadísticas de la Clínica Montserrat, entre el 2020 y el 2021, hubo un incremento del 10% en diagnósticos de depresión. En conjunto a este reporte, también se evaluaron y atendieron pacientes por otros trastornos mentales como el TAB (Trastorno Afectivo Bipolar) e ideación psicótica.

Para el Instituto Colombiano del Sistema Nervioso, es primordial aportar tácticas funcionales en pro de la reactivación social y económica, así como incentivar oportunidades de mejora en torno a la salud mental del país.